1.5. Cálculo de porcentajes Francisco Javier Cervigon Ruckauer

1.5. Cálculo de porcentajes

Si queremos realizar un análisis de los estados financieros de una empresa, en primer lugar hemos de efectuar un análisis de su balance y de su situación patrimonial, ya que nos permitirá evaluar una serie de coyunturas que son claves en la vida de una empresa, tales como:
  • Situación de liquidez. ¿Podrá atender la empresa sus compromisos de pagos a corto y largo plazo?
  • Endeudamiento. ¿Es correcto el endeudamiento en cuanto a calidad y cantidad?
  • Independencia financiera. ¿Es la empresa financieramente independiente?
  • Garantía. ¿Tiene las suficientes garantías ante terceros?
  • Capitalización. ¿Está la empresa suficientemente capitalizada?
  • Gestión de los activos. ¿Es correcta la gestión de sus activos?

Normalmente, el análisis del balance se hace a partir de balances de situación históricos referentes a los dos o tres últimos años de la empresa. También se puede realizar con el balance previsto para los próximos ejercicios.
Es importante remarcar que el balance de situación ha de reflejar "la imagen fiel de la empresa" lo que significa que, como paso preliminar al análisis de balances, se ha de comprobar que sus datos sean fiables. En el caso de que estos datos no fuesen fiables, las conclusiones del análisis siempre serían erróneas.

Cuando el balance de situación ya está debidamente ordenado y preparado para el análisis, se empieza por el cálculo de sus porcentajes. Para ello se calcula el porcentaje que representa cada grupo patrimonial en relación al total del activo.
A continuación se detalla un balance de una empresa con sus porcentajes calculados:
Activo
Pasivo
Mill. €        %
Activo no corriente             40            44
Existencias                         20             22
Realizable                          25             28
Disponible                            5               6
Total activo                         90           100
Mill. €       %
Fondos propios                  20             22
Pasivo no corriente             30            33
Pasivo corriente                 40             45


Total pasivo                        90           100
Una vez que se han calculado los porcentajes, ya se pueden obtener las primeras conclusiones a partir de los siguientes principios orientativos de tipo general:
1. El activo corriente o circulante ha de ser mayor, y si es posible casi el doble, que el pasivo corriente o exigible a corto plazo. Esto es preciso para que la empresa no tenga problema de liquidez y pueda atender sus pagos.
2. El realizable más el disponible han de igualar aproximadamente el exigible a corto plazo. Con este principio se matiza el anterior, ya que una empresa puede tener un activo corriente (existencias + realizable + disponible) muy elevado pero siendo las  existencias la partida predominante y, por tanto, no tener efectivo ni realizable para poder atender los pagos.
3. Los fondos propios debieran ascender aproximadamente a un 40% del total del pasivo. Este porcentaje de fondos propios es preciso para que una empresa esté suficientemente capitalizada y su endeudamiento no sea excesivo[1].
4. El activo no corriente ha de estar financiado por recursos permanentes (fondos propios + exigible a largo plazo).
Todos estos principios generales orientativos los veremos con más detalle más adelante, cuando analicemos las ratios de liquidez y endeudamiento. A partir de los porcentajes calculados se pueda obtener el gráfico del balance. En el caso del ejemplo anterior, el gráfico sería el siguiente:
Activo
Pasivo


Activo no corriente
44%

Fondos propios
22%

Pasivo no corriente
33%

Existencias
22%



Pasivo corriente
45%

Realizable
28%

   Disponible
         6%

Con el gráfico del balance se llegan a las mismas conclusiones que con los porcentajes, no obstante, el gráfico permite obtener una visión más clara de los problemas y es recomendable para la elaboración de informes.
Los porcentajes y el gráfico también pueden hacerse sobre varios balances de una misma empresa, de esta forma se podrá comprobar la evolución de las diferentes masas patrimoniales a lo largo del tiempo. Al análisis de un solo balance se le llama análisis estático, y al que trata más de un balance, se le llama análisis dinámico.
[1]Estos porcentajes son orientativos y dependen mucho del sector de actividad de la empresa

Francisco Javier Cervigon Ruckauer

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