3.3. Ratios de gestión de cobro y de pago
Estas ratios sirven para comprobar la evolución de la política de cobro de clientes y de pago a proveedores, respectivamente:
Ratio de plazo de cobro

En el numerador han de incluirse todas las deudas de los clientes. Para evitar distorsiones, es recomendable añadir el IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado) repercutido en el denominador, ya que en el numerador las cuentas de clientes van con IVA.
Cuanto menor sea esta ratio indica que se cobra antes de los clientes. Si, además, la empresa es capaz de mantener un volumen de ventas elevado, podemos decir que la empresa sigue una política de cobro óptima.
Ratio de plazo de pago
Indica el número medio de días que se tarda en pagar a los proveedores. Se calcula dividiendo el saldo de los proveedores por las compras anuales, y multiplicado por 365 días. Al igual que el plazo de cobro, debe añadirse el IVA soportado en el denominador para que sea comparable con el numerador (la deuda de proveedores incluye el IVA).
Cuando mayor sea el valor de esta ratio implica que se tarda más en pagar a los proveedores, con lo que éstos proporcionan más financiación y, por tanto, es positivo y puede indicar un elevado poder de negociación con respecto a los proveedores.
No obstante, de la situación anterior hay que distinguir aquella que se produce por el retraso en el pago en contra de lo convenido con los proveedores. Esta situación es totalmente negativa por la informalidad que refleja y el desprestigio que ocasiona, además de que puede provocar el corte de suministros por parte de los proveedores. Es recomendable comparar tanto el valor de la ratio de plazo de cobro como el valor de la ratio de plazo de pago con la media del sector[1].
Otra ratio interesante es la que divide la inversión en clientes con la inversión en proveedores en un momento dado, con el fin de comprobar qué parte de la inversión en clientes es financiada por los proveedores.

Con el fin de tener las mínimas necesidades de financiación adicionales. Lo que interesa es que esta ratio sea lo más elevada posible.
[1] De hecho, en general, todas la ratios deben compararse con las ratios medias del sector.
- Ratio de plazo de cobro
- Ratio de plazo de pago
Ratio de plazo de cobro
- Indica el número medio de días que se tarda en cobrar de los cliente. Se calcula dividiendo los saldos que reflejan los créditos concedidos a los clientes por las ventas anuales y multiplicando por 365 días.
En el numerador han de incluirse todas las deudas de los clientes. Para evitar distorsiones, es recomendable añadir el IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado) repercutido en el denominador, ya que en el numerador las cuentas de clientes van con IVA.
Cuanto menor sea esta ratio indica que se cobra antes de los clientes. Si, además, la empresa es capaz de mantener un volumen de ventas elevado, podemos decir que la empresa sigue una política de cobro óptima.
Ratio de plazo de pago
Indica el número medio de días que se tarda en pagar a los proveedores. Se calcula dividiendo el saldo de los proveedores por las compras anuales, y multiplicado por 365 días. Al igual que el plazo de cobro, debe añadirse el IVA soportado en el denominador para que sea comparable con el numerador (la deuda de proveedores incluye el IVA).
Cuando mayor sea el valor de esta ratio implica que se tarda más en pagar a los proveedores, con lo que éstos proporcionan más financiación y, por tanto, es positivo y puede indicar un elevado poder de negociación con respecto a los proveedores.
No obstante, de la situación anterior hay que distinguir aquella que se produce por el retraso en el pago en contra de lo convenido con los proveedores. Esta situación es totalmente negativa por la informalidad que refleja y el desprestigio que ocasiona, además de que puede provocar el corte de suministros por parte de los proveedores. Es recomendable comparar tanto el valor de la ratio de plazo de cobro como el valor de la ratio de plazo de pago con la media del sector[1].
Otra ratio interesante es la que divide la inversión en clientes con la inversión en proveedores en un momento dado, con el fin de comprobar qué parte de la inversión en clientes es financiada por los proveedores.
Con el fin de tener las mínimas necesidades de financiación adicionales. Lo que interesa es que esta ratio sea lo más elevada posible.
[1] De hecho, en general, todas la ratios deben compararse con las ratios medias del sector.
Francisco Javier Cervigon Ruckauer
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