2.2. Ordenación de la cuenta de resultados
Existen distintas posibilidades de presentar la cuenta de pérdidas y ganancias de una empresa según la forma en que deseemos clasificar los ingresos y los gastos. Podemos estructurar la cuenta de resultados ordenando los ingresos y gastos en función de su naturaleza o de una forma analítica.
Independientemente de estos formatos, para analizar una cuenta de resultados es recomendable presentar todos sus gastos e ingresos en forma de lista o cascada y clasificarlos dependiendo de su función, tal y como sigue.
Al conjunto de gastos variables frecuentemente se le denomina coste de las ventas o coste de los productos vendidos.
A partir de los grupos anteriores, la cuenta de pérdidas y ganancias se estructura de la siguiente forma:

El beneficio antes de intereses e impuestos (BAII o “EBIT” por sus siglas en ingles “Earnings Before Interests and Taxes), no incluye los resultados extraordinarios y coincide con el resultado de las actividades ordinarias de la empresa.
El margen bruto se calcula teniendo en cuenta los siguientes conceptos:
El consumo de las existencias o coste de las ventas se valoran a partir de las compras realizadas durante el ejercicio y de la variación de existencias que se ha producido entre el inicio y el cierre de dicho ejercicio, en función de la fórmula siguiente:
Consumo = compras + existencias iniciales – existencias finales
CV = C + Ei – Ef
De esta forma, el gasto de consumo de materia prima u otras existencias son directamente proporcionales a las ventas efectuadas y no tiene que coincidir con las compras realizadas.
En el siguiente documento descargable podréis ver un ejemplo del cálculo del margen bruto.
Independientemente de estos formatos, para analizar una cuenta de resultados es recomendable presentar todos sus gastos e ingresos en forma de lista o cascada y clasificarlos dependiendo de su función, tal y como sigue.
- Ventas netas. Incluye la facturación por la actividad propia de la explotación de la empresa. Contablemente son “ingresos” pero no necesariamente “cobros”.
- Gastos variables o proporcionales de fabricación. Son todos los gastos de fabricación directamente imputables a las ventas, o sea la materia prima, la mano de obra directa y los gastos directos de fabricación.
- Gastos variables o proporcionales de comercialización. Son todos los gastos de comercialización directamente imputables a las ventas, como los portes de ventas, comisiones, etc.
Al conjunto de gastos variables frecuentemente se le denomina coste de las ventas o coste de los productos vendidos.
- Gastos de estructura. Son todos aquellos gastos necesarios que constituyen la estructura de funcionamiento de una empresa y en los que se incurre de forma periódica. A los gastos de estructura también se los llama gastos fijos porque no son imputables a las ventas y son independientes del nivel de actividad de la empresa. Como ejemplos de gastos de estructura podemos señalar los siguientes: sueldos y salarios, cargas sociales, suministros (agua, electricidad, teléfono, etc.), servicios profesionales independientes (asesorías, gestorías), reparación y mantenimiento, arrendamientos, publicidad y propaganda, primas de seguros, material de oficina, otros servicios, tributos y tasas, etc.
- Amortizaciones. Es el gasto que corresponde a la cuota anual de amortización del periodo. Al analizar los activos no corrientes del balance de la empresa, hemos visto que sufren un desgaste o depreciación a lo largo del tiempo como consecuencia de su utilización en el proceso productivo, de su obsolescencia o por el simple paso del tiempo. Cada año se ha de reflejar en la cuenta de resultados como gasto del ejercicio la disminución del valor experimentado por dichos bienes. De esta forma, distribuimos el gasto realizado (inversión) en función del periodo de tiempo en que vamos a utilizar dicho bien (gasto).
Esta cuota anual de amortización contablemente se llama “dotación para amortizaciones”.
- Otros ingresos y gastos. Son todos los ingresos y gastos de la explotación que no se pueden incluir en ninguno de los grupos anteriores; por ejemplo, las subvenciones de explotación.
- Ingresos y Gastos financieros. En esta partida se incluyen todos los gastos e ingresos financieros de la empresa. De este modo, no solamente se han de imputar todos los gastos bancarios (intereses y comisiones), sino también los intereses financieros cobrados por la empresa.
- Gastos e ingresos extraordinarios. Son los que no guardan una relación directa con la actividad ordinaria y típica de la empresa, ni cabe esperar que vayan a producirse periódicamente ni de forma habitual; por ejemplo, gastos producidos por inundaciones e incendios, multas y sanciones, etc.
- Impuesto de sociedades. Es el impuesto sobre el beneficio del período
A partir de los grupos anteriores, la cuenta de pérdidas y ganancias se estructura de la siguiente forma:
El beneficio antes de intereses e impuestos (BAII o “EBIT” por sus siglas en ingles “Earnings Before Interests and Taxes), no incluye los resultados extraordinarios y coincide con el resultado de las actividades ordinarias de la empresa.
El margen bruto se calcula teniendo en cuenta los siguientes conceptos:
El consumo de las existencias o coste de las ventas se valoran a partir de las compras realizadas durante el ejercicio y de la variación de existencias que se ha producido entre el inicio y el cierre de dicho ejercicio, en función de la fórmula siguiente:
Consumo = compras + existencias iniciales – existencias finales
CV = C + Ei – Ef
De esta forma, el gasto de consumo de materia prima u otras existencias son directamente proporcionales a las ventas efectuadas y no tiene que coincidir con las compras realizadas.
En el siguiente documento descargable podréis ver un ejemplo del cálculo del margen bruto.
Francisco Javier Cervigon Ruckauer
No hay comentarios:
Publicar un comentario